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jueves, 15 de septiembre de 2011

La presión en Villarreal

Escribo estas líneas después de dar muchas vueltas al Villarreal - Bayern de Champions de anoche. Sigo sin entender el planteamiento de Garrido, y mucho menos aún que este hecho pase tan desapercibido en los medios. Un equipo que lleva varios años instalado en la parte muy noble de la Liga, siempre candidato a ser uno de los mejores de la #Ligade18, pero al que no se le exige como al resto de clubes de su nivel.

Si por algo se ha caracterizado el Villarreal en las últimas temporadas es por prácticar un fútbol de toque, tener jugadores de calidad, tratar de dar buen trato al balón y mantener la posesión. Ayer, partido grande frente al Bayern, Garrido alineó a 4 centrocampistas de trabajo y se limitó a dar pelotazos buscando que Nilmar o Rossi resolvieran frente a 4 defensores bavaros. Como añadidura, con 0-1 en el marcador, el entrenador amarillo en vez de cambiar esta forma de juego para buscar la igualada, quitó a Nilmar del campo para dar entrada a Marco Rubén. Si no estaba ofreciendo resistencia, al no cambiar nada, el Bayern continuó su paseo.

Si el planteamiento de Garrido lo hubieran hecho Emery, Marcelino o Manzano, posiblemente hoy estarían en la cola del INEM. Recuerdo que la afición del Atlético no perdonó a Abel Resino una alineación en octavos de Champions, y la prensa presionó sobre manera a Quique y al propio Abel por la suplencia de Forlan. En Villarreal no pasa nada, ni una crítica.

Este trato de los medios facilita el trabajo en Villarreal, sin presión se rinde mejor al reducirse los nervios. Pero en algunos casos es contraproducente, ya que no se exige en la medida de lo que el equipo podría dar de sí. Posiblemente el Bayern hubiera ganado en Castellón de cualquier manera, porque es un equipazo, pero que lo hiciera sin tener resistencia no es de recibo. Y el buen hacer del club amarillo en los últimos años merece que le exijamos como lo que es: uno de los grandes de la #Ligade18.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Buenas sensaciones sin premio

El arranque de temporada del Atlético de Madrid está dejando a todos los seguidores un sabor agridulce. Dulce porque se aprecia una plantilla amplia, de calidad, con algunos jugadores de gran nivel y que trata de jugar siempre bien al fútbol. Pero agria porque pese a estas buenas sensaciones, no han llegado los goles, y sin goles no hay victorias.

Ayer asistimos a un gran partido en Mestalla. Dos equipos que lucharán por esta #Ligade18, y que actualmente se encuentran en momentos muy diferentes. El Valencia en la cuarta temporada con Emery, es un bloque, sabe siempre a lo que juega y además maneja diferentes registros dentro de un partido: control de balón, juego vertical y rápido, meterse atrás y jugar a la contra,... Un equipo hecho, y con un delantero en estado de gracia, Roberto Soldado, llamando con mucha fuerza a la puerta de la selección.

Mientras, el Atleti es un equipo en formación. Una plantilla que sólo ha entrenado dos sesiones al completo y con jugadores importantes que no han tenido pretemporada por diferentes motivos. Y con un entrenador nuevo que está cambiando el dibujo y la forma de juego de los últimos 6 años.

El Valencia - Atleti fue un partido intensísimo, con dominio alterno y oportunidades, no demasiadas, para ambos equipos. En la primera parte mereció más el Valencia, que debió llegar al descanso ganando (gol mal anulado). En la segunda encontró el tanto en una cabalgada de Miguel, que se redimió con un gran partido, para acabar siendo superado totalmente, tanto por juego como físicamente por el equipo rojiblanco. Pero no llegó el gol, González González (por qué no pitó el penal y expulsión sobre Diego???) y Turan (grandes sensaciones, pero no quiso ver a Falcao en una gran ocasión) lo evitaron.

Perder en Valencia no es un drama, y menos como lo hizo el Atleti. Y creando ocasiones como está haciendo, los goles van a llegar. Más aún si Diego demuestra lo que ayer dejó entrever, que es el motor que llevamos años esperando en el Calderón. Ojalá lleguen los goles cuanto antes, mejor desde el jueves contra el Celtic, para evitar nervios...