20 de abril de 1.986. Larry Bird trás 63 puntos de Michael Jordan en el Boston Garden en play-offs de la NBA, pronunciaba la frase: "He visto a Dios disfrazado de jugador de baloncesto". A mi los últimos 20 minutos de Xavi en la semifinal del Mundial me han hecho decir la misma frase: He visto a Dios disfrazado de jugador de fútbol. No se puede jugar mejor que lo que hizo Xavi en los minutos claves de una semifinal mundialista.
El jueves volví a volver la semifinal del Mundial entre España y Alemania. Normalmente con la tensión del partido no se ven todos los detalles, y es mejor volver a verlo al día siguiente con mayor tranquilidad.
Lo primero que me deja esta "revisión" del partido es el PARTIDAZO que hizo la selección española. Los primeros 20 minutos fueron sensacionales, moviendo el balón realmente rápido además en la frontal del área germana. Después Alemania fue capaz de frenar el ritmo, España empezó a jugar algo más lento y el partido fue más plano. Así llegó el único peligro alemán, con una rápida contra en el último minuto, que acabó con la duda de la entrada de Ramos a Ozil, cuando llegaban 4 alemanes frente a 2 españoles...
Hay que tener en cuenta que Alemania, para mi, se caracterizaba por dos acciones en este Mundial: las incorporaciones rapidísimas de los centrocampistas, creando superioridad llegando desde atrás, y las diagonales de los extremos (Müller, Trochowski o Podolski). De la primera manera llegó el peligro en la primera parte. Y de la segunda llegó mediada la segunda parte la ocasión de Kroos. Me preocupa que Alemania tuviera dos puntos fuertes, y nos creara peligro de ambas formas, que no los conociéramos y supiéramos frenarlas. ¿Y si alguna de las ocasiones hubiera acabado en gol? Mejor no pensarlo.
En la 2ª parte España también comenzaba con unos minutos espectaculares, en este caso los primeros 15, con mucho toque en la frontal del área y con disparos que no veían puerta. Luego llegó la ocasión alemana, el testarazo implacable de Puyol, y la exhibición de Xavi, que dejaba a España en la Final. Mañana, el último capítulo.
El jueves volví a volver la semifinal del Mundial entre España y Alemania. Normalmente con la tensión del partido no se ven todos los detalles, y es mejor volver a verlo al día siguiente con mayor tranquilidad.
Lo primero que me deja esta "revisión" del partido es el PARTIDAZO que hizo la selección española. Los primeros 20 minutos fueron sensacionales, moviendo el balón realmente rápido además en la frontal del área germana. Después Alemania fue capaz de frenar el ritmo, España empezó a jugar algo más lento y el partido fue más plano. Así llegó el único peligro alemán, con una rápida contra en el último minuto, que acabó con la duda de la entrada de Ramos a Ozil, cuando llegaban 4 alemanes frente a 2 españoles...
Hay que tener en cuenta que Alemania, para mi, se caracterizaba por dos acciones en este Mundial: las incorporaciones rapidísimas de los centrocampistas, creando superioridad llegando desde atrás, y las diagonales de los extremos (Müller, Trochowski o Podolski). De la primera manera llegó el peligro en la primera parte. Y de la segunda llegó mediada la segunda parte la ocasión de Kroos. Me preocupa que Alemania tuviera dos puntos fuertes, y nos creara peligro de ambas formas, que no los conociéramos y supiéramos frenarlas. ¿Y si alguna de las ocasiones hubiera acabado en gol? Mejor no pensarlo.
En la 2ª parte España también comenzaba con unos minutos espectaculares, en este caso los primeros 15, con mucho toque en la frontal del área y con disparos que no veían puerta. Luego llegó la ocasión alemana, el testarazo implacable de Puyol, y la exhibición de Xavi, que dejaba a España en la Final. Mañana, el último capítulo.
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