Hace dos temporadas que Pedro León con sus grandes actuaciones en Valladolid me llamó la atención. Le empecé a seguir y me pareció un jugador realmente interesante, algo que refrendó con un temporadón en Getafe (8 goles, 9 asistencias 2 goles forzados y 5 intervenciones de mérito en otros tantos goles). Incluso alguna aparición como media punta por el centro, como en Riazor, le puso aún más en el punto de mira (ver enlace al comentario).
Con tan sólo 23 años era uno de los principales objetos de deseo de la clase media-alta de la Liga española de este verano. Un jugador realmente aprovechable para Atlético de Madrid, Villarreal, Valencia y algo menos para el Sevilla, salvo salida de Jesús Navas. Equipos que podrían darle la oportunidad de competir en Europa y abrirse hueco en la selección nacional.
Pero el Real Madrid llamó a su puerta, y él aceptó el reto. Se fue a un equipo plagado de jugadores de su puesto (con Mourinho, Cristiano suele jugar en banda, y se suma a Ozil, Kaka, Di María, Granero o Canales) a buscar su oportunidad.
Y pese a una muy buena pretemporada casi no ha contado con minutos, hasta el partido del Levante. Allí dispuso de algo más de media hora. Y fue de los mejores, llegando por banda derecha con remates peligrosos y aunque algo más irregular con los centros sí que puso dos balones que pudieron significar el 0-1. Todo el mundo hablaba de la posibilidad de su titularidad en Francia frente al Auxerre, pero Mourinho le ha dejado fuera de la lista de convocados.
Yo tengo sentimientos encontrados: por un lado es un jugador que me encanta, y estoy seguro que con minutos sería titular y muy importante en el Real Madrid. Pero por otro lado pienso que si sigue sin tener minutos, podría salir del club a final de temporada, y por qué no a un club vecino, donde seguro tendría esas oportunidades de convertirse lo que muchos creemos que apunta: un gran jugador.
Con tan sólo 23 años era uno de los principales objetos de deseo de la clase media-alta de la Liga española de este verano. Un jugador realmente aprovechable para Atlético de Madrid, Villarreal, Valencia y algo menos para el Sevilla, salvo salida de Jesús Navas. Equipos que podrían darle la oportunidad de competir en Europa y abrirse hueco en la selección nacional.
Pero el Real Madrid llamó a su puerta, y él aceptó el reto. Se fue a un equipo plagado de jugadores de su puesto (con Mourinho, Cristiano suele jugar en banda, y se suma a Ozil, Kaka, Di María, Granero o Canales) a buscar su oportunidad.
Y pese a una muy buena pretemporada casi no ha contado con minutos, hasta el partido del Levante. Allí dispuso de algo más de media hora. Y fue de los mejores, llegando por banda derecha con remates peligrosos y aunque algo más irregular con los centros sí que puso dos balones que pudieron significar el 0-1. Todo el mundo hablaba de la posibilidad de su titularidad en Francia frente al Auxerre, pero Mourinho le ha dejado fuera de la lista de convocados.
Yo tengo sentimientos encontrados: por un lado es un jugador que me encanta, y estoy seguro que con minutos sería titular y muy importante en el Real Madrid. Pero por otro lado pienso que si sigue sin tener minutos, podría salir del club a final de temporada, y por qué no a un club vecino, donde seguro tendría esas oportunidades de convertirse lo que muchos creemos que apunta: un gran jugador.
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