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miércoles, 5 de noviembre de 2008

Murphy's law

Si crees que algo ya no puede ir peor, todavía puede ser aún peor.

Ayer fue un día que sin duda recordaré como muy bonito. La primera vez que fui a las islas británicas, cuando conocí Liverpool y el mítico Anfield Road. Cronología del viaje:

04/11/08 19:28: salgo en tren con destino Valladolid, con 10 minutos de retraso, donde está trabajando mi mujer y desde donde iremos a Madrid.

04/11/08 20:54: llegada a Valladolid. A las 21:08 emprendemos viaje a Madrid.

04/11/08 23:30: llegada a Madrid, a casa de Alvaro y Rebeca, dos buenos amigos que nos dan alojamiento y una fantástica cena. Dormimos 3 horas (pequeño detalle, que pensábamos no iba a ser importante...).


05/11/08 04:45: llegada a la T1 del Aeropuerto de Barajas. Obtenemos la tarjeta de embarque, y la entrada para Liverpool junto con la documentación del viaje organizado por la Agrupación de Peñas del Atlético de Madrid. Antes de las 7:00 despegaremos con destino Liverpool, con un ambiente tranquilo en el aeropuerto.

05/11/08 9:22:
ya estamos en Liverpool!!! Y nos dirigimos en autobús a Anfield Road, donde nos dejarán el día libre para conocer la ciudad antes del partido.



De ese avión nos iremos acordando a lo largo del día...

05/11/08 10:33: This is Anfield!!!










04/11/08 11:00: a partir de ese momento, tocaba hacer turismo y presumir de atlético por la Ciudad de los Beatles.
La verdad es que el ambiente en Liverpool con los aficionados ingleses fue magnífico. Siempre en tono jovial, siempre ayudándote (en cuanto te veían mirar el mapa, se acercaba y te preguntaban si estabas perdido -"are you lost?"- para ayudarte).

En la foto inferior con Angel, alicantino seguidor del Liverpool que fue por su cuenta a ver el partido, y al que conocimos nada más llegar al centro, y nos fuimos con él a ver la ciudad.


En las siguientes fotos, en el Liver Building, con el símbolo de la ciudad, el Liverbird arriba, y en los muelles de la ciudad, el Albert Dock.






Y para acabar con el turismo, un mix de las catedrales de Liverpool (anglicana y católica -la más "modernista"-), el barrio chino y una calle típica.















04/11/08 18:15: llegada al estadio. Como las puertas se abrirán hora y media antes del partido, a las 19:15, dimos un paseo por los alrededores, y esperamos la entrada de los equipos. Como en los fotos se ve poquito, vamos con el estadio.

04/11/08 19:28: entrada en ANFIELD ROAD.

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Y a partir de aquí, comienza Murphy su recital.

1º) Sale a calentar el Liverpool. La afición inglesa, aún en un número muy reducido, aplaude. Nosotros también. Excepto un pequeño grupo de "aficionados", no serían más de 50, que se dedican a silbarles dando muestras de su educación (no recordaban los aplausos de la afición inglesa al Atleti al salir a calentar en el Calderón). Esto de verdad no es importante, pero este grupito va a ser nombrado muchas veces a partir de ahora. Está claro que parece que hay que tener de todo...

Sale a calentar el Atlético de Madrid. Todos los seguidores rojiblancos le recibimos con el tradicional ¡Atleeeeti, Atleeeeti!, y justo a continuación con ánimos a Agüero: ¡Kun, Kun, Kun!. En ese momento, se escuchan comentarios desde todos los sitios. No saca al Kun. No juega Agüero. Primer palo. El partido más esperado, y no veremos a nuestro mejor jugador. La reacción de la afición no se hace esperar: "Aguirre vete ya", "Aguirre donde está Agüero" y "Aguirre vete a la mierda". Gritos que se repetirían durante gran parte de la 1ª parte.

Nuestro grupito de "agradables seguidores", en ese momento, se afana en mandarnos callar. Si ellos gritan, hay que seguirlos. Si 2.350 lo hacen, hay que mandarles callar porque no se puede expresar lo que sentimos.

2º) El momento mítico. Y más esperado. El You´ll never walk alone.



Como se puede ver, nuestros "amigos" siguieron alegrándonos la noche. La feliz idea era torpedear este momento mágico con canciones, para demostrar no sé muy bien qué. Se me había pasado por la cabeza la posibilidad de que intentaran alguna genialidad en este momento, pero no puedo remediarlo, siempre confio en la gente, y pensé que no podían ser tan "burros". Me equivocaba. Está claro que la educación, no sobra ni mucho menos, y lo demuestran sin ser capaces de respetar un momento así. Muchos de los que viajamos, me atrevería a decir que la inmensa mayoría, teníamos una gran admiración por el Liverpool, por lo que nos sentó realmente mal esa actitud. Pero está claro que no se puede pedir dónde no hay.

En el video anterior se me escucha vocear (no se puede llamar cantar a lo que hice), ya que empezamos a cantar más fuerte nosotros para que no se escuchara la "feliz idea". Pero al menos se puede ver cómo vivimos este momento. Y lo que escuchábamos nosotros. En el siguiente video se puede ver el final del You´ll never walk alone que pensaba que se había acabado en el video anterior. A partir de ahí comenzó la grada a animar al Atleti con el himno, pero me cabrearon tanto que ni canté, ni grabé.

La verdad es que no fue todo lo que esperaba. Anfield, es mi opinión, estaba un poco dormido. Claro, para ellos no es EL PARTIDO, como era para nosotros. Era un partido más de Champions en casa, y creo que se notó. Lástima (habrá que volver en un partido de cuartos o semifinales de Champions, a ver cómo ruge Anfield).

3º) A partir de ahí viene el partido. Pese a todos los comentarios positivos del partido que he escuchado y leído, sobre todo en la 1ª parte, nosotros estuvimos muy decepcionados. Vimos un equipo absolutamente metido atrás, con poca ambición, sin ganas de jugar el balón y pensando sólo en defender. Volvieron los gritos hacia el entrenador, y pese a que la afición no dejamos de animar en ningún momento, el sentimiento era más de decepción que de alegría por lo que estábamos viendo.

Y llegó el gol. Nadie lo esperaba (llevábamos varios minutos sin salir de nuestro campo). Y nos dió ilusiones renovadas. Más fuerza para seguir animando, pese a que el juego seguía siendo "inexistente". En el descanso, además, nueva muestra de hermanamiento de las aficiones, aplaudiéndonos y cantando a Fernando Torres ambas aficiones juntas. Da gusto un ambiente así.


La 2ª parte fue una exhibición de la afición. Pese a que Anfield comenzó empujando y rugiendo, no callamos, y se nos escuchaba constantemente. Cada vez más fuerte, cada vez más cerca de la victoria (del fútbol no hablo, era más de lo mismo, el Liverpool tratando de empatar y el Atleti metidísimo atrás...).


Y en ese momento, llegó el penalty. Cada vez estábamos más nerviosos por aguantar el resultado, balón colgado (uno de tantos), el balón se va fuera y veo al linea marcar falta a favor del Liverpool. Pero está dentro del área, es penalty!!! No me lo podía creer. Sin fuerzas ni para protestar. Quedaba la mínima esperanza del fallo de Gerrard, de la "justicia divina". Pero no fue así, y se escapó una victoria mítica. Vaya bajón :(

Así acabó el partido. Continuamos intercambiando cánticos con la afición del Liverpool, pero nos habían dado un palo enorme. Lo mejor era ver la admiración de la afición rival, ver que lo que yo sentí en el Calderón hace 15 días, era recíproco en ese momento. Pero no era suficiente consuelo.
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Y llegamos al aeropuerto. Lo primero fue pedir responsabilidades a la directiva, a los que nos encontramos entrando en el John Lennon Airport. "Hay que hacer algo Miguel Angel, unas declaraciones gordas como hacía tu padre o algo". "A ver si echáis ya a Aguirre, Enrique".


Y también hubo tiempo para "compartir indignaciones" con un periodista muy mediático, Antonio Ruiz (cadena Ser), y que sabemos que comparte gustos conmigo en cuanto al entrenador del club.

Y hasta ahí lo bonito. A partir de aquí, llega lo peor del viaje. Lo iré contando cronológicamente:

1:46 Esperamos, muy cansados, el embarque junto a nuestra puerta.

2:40 Comenzamos el embarque, pero nos lo paran una vez montados en el bus que nos lleva al avión. Yo sólo escuché: "The airplane is on check. Minimun delay of 2 hours". Nótese lo poco que sé de inglés, pero era claro. Avería en el avión (y además de Spanair...) y retraso, al menos de 2 horas.

Nos hablan de un problema con la batería, o de falta de combustible. Si es lo segundo no debería haber problema, en menos de 1 hora está arreglado. Si es lo primero, probablemente necesitaríamos que el piloto viajara a España a por un avión nuevo, y volviera a recogernos. Está claro lo que decidiría Murphy no?

4:16 No sabemos nada. La gente, tirada en el suelo junto a la puerta de embarque, trata de dormir.

5:10 Nos comunican que saldremos a las 9:00 de la mañana. Finalmente el piloto y copiloto de Spanair a las 3 de la mañana han salido hacia Madrid en uno de los vuelos con afición del Atleti, y en cuanto lleguen tomarán un nuevo avión que nos deberá llevar de vuelta a España.

A partir de ahí seguimos intentando dormir, pero ya con "despertador". En menos de 4 horas deberíamos embarcar.

8:46 Nos preparamos para embarcar. Parece que por fin!!!
9:07 Era una falsa alarma. Vuelven los problemas. El personal del aeropuerto (lo peor de la ciudad, sin duda) nos dice que falta la tripulación. El personal de Spanair (intachable su comportamiento personal, aunque sea discutible si la compañía no pudo obrar de otra manera ) nos dice que el problema es que la gente del aeropuerto no les deja acceder. Es todo muy surrealista...

Por fin, cerca de las 11 de la mañana, salimos hacia Madrid. Es increible que o bien agencia de viajes, Zafiro Tours o bien Spanair dejaran a 160 personas dormir en el aeropuerto de Liverpool. Creo que alguien debería haber hecho que tuviéramos un sitio donde dormir, sobre todo porque había niños también dentro del grupo, que no es de recibo que pasaran la noche como lo hicimos. También hubiéramos esperado más del club, ya que el viaje estaba organizado por la Agrupación de Peñas del Atlético de Madrid, y por tanto eran responsables de nuestro viaje.

Siempre hablo de las instituciones. Tanto la persona que viajó con nosotros de la agencia de viajes, como la persona de la agrupación, como el presidente del Senado Rojiblanco, como la tripulación de Spanair, trataron de hacer todo lo que podían. El problema es que era necesario algo más, y no dependía de ellos.

Una vergüenza en toda regla, pero que no estropea un bonito día, que recordaremos toda la vida.

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