Todavía me cuesta explicar las sensaciones de ayer y de hoy. El nerviosismo de ayer durante todo el día, el orgullo de escuchar los cánticos del Atleti en el mítico Anfield, la alegría inmensa del gol 2-1, la euforia del final del partido, y en general, la búsqueda de cualquier noticia deportiva durante el día de hoy con la que disfrutar el éxito de "nuestro Atleti".
Pero más allá de estas sensaciones, que posiblemente se habrán repetido en un buen número de atléticos, ayer vimos como se escribía un pedazo de nuestra historia. A partir de ahora entre las noches míticas de la historia del Atlético de Madrid figurará una de abril en Anfield Road, donde un gol de Forlan en la prórroga nos metía en una Final Europea. Junto al doblete, la eliminación del Manchester United, la Copa de Europa perdida con el Bayern, la Intercontinental,..., y demás noches históricas, recordaremos esta eliminatoria en las próximas décadas.
Todos los jugadores repiten lo mismo: la gran alegría por llegar a las finales, pero hay que ganarlas. En eso confiamos todos. Y animaremos, desde el campo o desde casa, con todas nuestras fuerzas para arrastrar al Atleti a dos nuevos títulos.
Por cierto, que fue en Alemania, el 5 de septiembre de 1.962, en el Neckarstadion de Stuttgart, cuando el Atlético de Madrid derrotaba 3-0 a la Fiorentina y se hacía con su único título continental: la Recopa de Europa. Ahora volvemos a Alemania, a Hamburgo, a disputar una Final de Competición Europea. A seguir haciendo historia.
Pero más allá de estas sensaciones, que posiblemente se habrán repetido en un buen número de atléticos, ayer vimos como se escribía un pedazo de nuestra historia. A partir de ahora entre las noches míticas de la historia del Atlético de Madrid figurará una de abril en Anfield Road, donde un gol de Forlan en la prórroga nos metía en una Final Europea. Junto al doblete, la eliminación del Manchester United, la Copa de Europa perdida con el Bayern, la Intercontinental,..., y demás noches históricas, recordaremos esta eliminatoria en las próximas décadas.
Todos los jugadores repiten lo mismo: la gran alegría por llegar a las finales, pero hay que ganarlas. En eso confiamos todos. Y animaremos, desde el campo o desde casa, con todas nuestras fuerzas para arrastrar al Atleti a dos nuevos títulos.
Por cierto, que fue en Alemania, el 5 de septiembre de 1.962, en el Neckarstadion de Stuttgart, cuando el Atlético de Madrid derrotaba 3-0 a la Fiorentina y se hacía con su único título continental: la Recopa de Europa. Ahora volvemos a Alemania, a Hamburgo, a disputar una Final de Competición Europea. A seguir haciendo historia.
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