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martes, 3 de marzo de 2009

Qué día!!!

Hoy me voy a permitir no hablar especialmente de fútbol. No centrarme en táctica, en colocación, en jugadores,..., y sí en sensaciones. Las muchas que viví el pasado domingo antes, durante y después del gran Atleti - Barça que disfrutamos todos los atléticos.

No empezó bien el día. Un virus estomacal amenazaba con dejarme en Burgos y no permitirme ir a Madrid a ver el partido. Parecía como si hubiera estado soñando con el Barça, y nada más levantarme de la cama... corriendo al baño. Así transcurrió la mañana, y sinceramente, creo que no debería haber ido a Madrid. No estaba en condiciones de meterme en un viaje de 2h45min a la ida y otro tanto a la vuelta, más otras 2 horas sentado a la orilla del Manzanares. Pero las pastillas que me evitaron más paseos al baño, y las ganas (sinceramente) de ver a Xavi y a Messi, me hicieron seguir con la idea del viaje. Incluso camino de la estación de autobuses, me encontraba tan "flojo" que pensé en anular el billete y quedarme en tierra. De verdad, que no sé por qué no lo hice, pero doy gracias por haberme metido en ese autobús.

El viaje trancurrió con molestias, pero dentro de la normalidad. En el metro, viví la primera sensación "extraña". Los niños suelen ser el "barómetro" de la ilusión de la gente. Estamos acostumbrados a ver a niños luciendo la mejor de sus sonrisas cuando se dirigen al estadio Vicente Calderón con sus padres. Junto a mi se sentó un niño. Bufanda del Atleti en la mano, mochila con el bocadillo de mamá... pero, y la ilusión? Y la sonrisa? Si ni siquiera los niños confiaban en su equipo, qué podíamos esperar de ese partido?

Y comenzó el partido. Sorprendentemente, el Atleti estaba bien situado (4-2-3-1 clarísimo con Forlan de media punta, y Assunçao siguiendo por todo el campo a Xavi, sin presión sobre la salida de Puyol), jugaba bien el balón, creaba mucho peligro,..., y como habitualmente, hacía aguas en defensa. El 0-2 nos daba sensaciones contradictorias. Estamos jugando bien, buena colocación, pero perdemos ya 0-2. Nos hundiremos a partir de ahora y nos caerá un saco? Forlan nos respondió rápido. Había vida, aunque eso sí, poca confianza... en la grada.

El consuelo durante esos minutos, y en el comienzo de la 2ª parte, es que pasara lo que pasara, se había dado otra imagen. Mejor colocados, con más ganas, atacando bien. Aunque se perdiera, así no importaba caer. Podíamos estar orgullosos del Atleti. Pero...

... poco a poco comenzamos a creer. El 2-2 animó al estadio. Se podía ganar!!! Aunque el 2-3 fue un mazazo, y parecía injusto tras el gol clarísimo que tuvo 1 minuto antes Forlan. Pero el equipo no se rindió. Confió en sus posibilidades, peleó, trabajó,..., y llegó la recompensa. El 3-3. Estábamos disfrutando.

Y a punto de finalizar, el subidón definitivo. Gol del Kun! 4-3. El estadio era una fiesta. Habíamos vuelto. Las caras de felicidad de la gente, los abrazos en la grada, los cánticos de todo el estadio... y todavía puede haber alguien que diga que los atléticos no queríamos ganar pensando en el Madrid? Por favor!!!

Salí del estadio muy cansado. Como si hubiera jugado yo ese partido ;) Está claro, casi sin comer, con bastante debilidad y después de la euforia desatada tras el 4-3, tanto cantar, saltar y gritar se notaba. Pero fue un viaje de vuelta feliz. Ya no pensaba en las molestias del estómago. Pensaba en que por noches así, merece la pena ser del Atleti. Borran todos los días malos, que nos tocan de vez en cuando. Qué manera de sentir y de disfrutar viendo al Atleti.

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