Intensidad, agresividad o apatía.

Qué diferente es un equipo de fútbol en función de la actitud de sus jugadores. Cómo puede cambiar un partido! En los últimos 10 días hemos tenido diferentes ejemplos de actitudes distintas, que han provocado espectáculos fantásticos en un campo de fútbol, o bochornosos. Incluso con el mismo equipo de protagonista.

Si hablamos de Intensidad, podemos destacar el fabuloso Athletic - Sevilla, donde el conjunto bilbaíno se comió al sevillano por intensidad, por ganas, por presión,..., y por fútbol! Puso toda esa intención de ganar el partido, y no olvidó el fútbol. Así llegó a la final de Copa. También ya destaqué en este blog el espectáculo del Liverpool frente al Madrid (leer entrada) o el gran Manchester - Liverpool 3 días después ("La Batalla de la Intensidad"). Incluso en las grandes remontadas del Atleti frente a Barça o Villarreal fue fundamental mantener la actitud los 90 minutos, buscar siempre la victoria y creer en ella.

Pero a veces esa "Intensidad" se puede tornar en Agresividad. La intensidad mal entendida, puede derivar en estar más pendiente de "poner ganas" que de jugar al fútbol. Y esto puede acabar en un espectáculo tan dantesco como el Athletic - Real Madrid del sábado pasado. El equipo bilbaíno buscó el mismo camino que le dió el pase a la final de Copa, pero se olvidó del fútbol, con lo que le quedaron sólo las ganas... y los golpes. Bien es cierto que Caparrós suele abusar de este "exceso de intensidad" en sus equipos, y también lo es que Casillas obró mal, no debió ni insultar ni fingir, ya que es un modelo no del Real Madrid, de la selección española, que es mucho más grande, pero el partido fue un cúmulo de agresiones y casi nada de fútbol. Lamentable.

Y por último, cuando no te sale el fútbol y fallas pases a 3 metros o necesitas 10 metros cuadrados para controlar un balón, y además no tienes esa intensidad comentada, sólo se ve Apatía. Esto es lo que vi yo anoche en Mallorca. Un Atleti al que no le salió nada de fútbol, pero que ni siquiera intentó empujar, poner ganas, correr buscando la victoria. El mismo equipo que dió muestras de coraje y amor propio en las remontadas de semanas anteriores frente a grandes de la liga, demostró que sin esas ganas, se convierte en un conjunto muy vulgar. Y esa apatía se vió incluso en Abel, incapaz de cambiar nada con sus decisiones, o de buscar soluciones dando instrucciones desde la banda. Y todo esto acaba con un bochornoso espectáculo, que deja en vergüenza a los que dicen que esta es la mejor liga del mundo, o de las mejores, y que muchos equipos internacionales no tendrían el nivel (ver entrada de la Copa de la UEFA) para jugar en ella.

Está claro que es imposible jugar con una intensidad máxima, como la de los partidos que remarco, todos los días, aunque hay equipos que están cerca de ello (ver al Barça presionar con 6-0 en el marcador da gusto). Pero hay un mínimo de actitud que nunca debe faltar, y que yo ayer no vi en el Atlético de Madrid en Mallorca. Sin esa tensión, fallamos pases a 3 metros, entregamos al contrario el balón siempre que tratamos de abrir a banda, no somos capaces de encontrar soluciones a la presión de los rivales,... En definitiva, con la igualdad actual en el mundo del fútbol, sin actitud un equipo está casi siempre muerto. La diferencia de calidad no suele servir por sí sola para hacerse con los partidos.
La actitud debería ser como el valor en la mili, estar más que supuesta, pero como sabemos que hoy en día no es así, lo mínimo que exigiremos es precisamente eso, "actitud". Y con ella, llegarán los resultados. Si no... mejor no pensarlo.