Que un jugador con 30 años, profesional desde hace 10, tengas las lagunas tácticas que tiene Perea, y que no se corrigan desde el banquillo, es simplemente increíble. SIEMPRE que el equipo está basculando hacia el lado de Perea, y viendose que el balón va a acabar en el extremo al que debe cubrir el colombiano, no sé por qué pero este hombre achica hacia el medio, dandole a su rival 2 metros necesarios para encararle, o al menos poder centrar.
Ayer lo hizo en no menos de 4-5 ocasiones, entre ellas el primer gol portugués, y por lo tanto no es una casualidad, sino un vicio que se debe corregir. Si a un juvenil se lo hacemos corregir, ¿cómo no se logra con un profesional?
Fin a una racha histórica en el Metropolitano
Hace 2 meses
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