Ayer volvió "nuestra" selección Española. La selección que nos gusta, la que nos ha ilusionado y la que hacía justo dos años nos había dado la mayor alegría futbolística de nuestra vida (al menos a mi). Y lo hizo tras 3 partidos por debajo de su nivel y generando dudas en el momento menos adecuado: un Mundial.
Aunque pienso que la selección aún no está en su máximo nivel, frente a Portugal sí que rindió a uno altísimo en casi todas las facetas del juego. Y esto pese a que sigo echando en falta más velocidad de balón y movilidad en los jugadores, pero se va mejorando según avanza la competición. Incluso la defensa, que me generó bastantes dudas en la primera fase, jugó un gran partido frenando el ataque portugués casi a la perfección.
Además ayer creo que dos decisiones de Del Bosque fueron fundamentales en la mejoría del equipo:
- Retrasar 15 metros a Xavi, que bajara al medio del campo a buscar el balón, participara más y como se demostró, mejor. Si tienes al mejor mediocentro del mundo, en un puesto tan complicado, hay que utilizarle ahí y no como mediapunta. Y Vicente rectificó y cambió la posición de nuestro jugador clave, obteniendo una mejora clarísima del jugador y a la vez del rendimiento de todo el equipo.
- Cambiar a Fernando Torres por Fernando Llorente. Torres no está fino, pero aún así su trabajo desgasta a las defensas y crea huecos a sus compañeros, porque siempre tiene 2 defensores junto a él. Ayer todos pensábamos que había cumplido su misión a los 60 minutos y era necesario su cambio, y esperábamos a Cesc, a Navas o a Silva como recambio. Pero el seleccionador eligió Llorente y acertó totalmente. Es un jugador que me encanta (ver entrada de marzo) y que ya ha demostrado que su trabajo puede ser fundamental en el Mundial. Me alegro por el riojano, y por la selección, porque seguro que su entrada es buena para España.
Me alegro mucho por el seleccionador. Si le va bien, si nadie le criticamos, es que la selección va bien. Es lo que todos deseamos, y ojalá dure y el sábado nos llevemos una alegría mundialista inmensa. Llegar a semifinales, estar entre los 4 mejores del mundo sería glorioso. A partir de ahí puede pasar cualquier cosa. Cualquier añadido sería un premio, y así debemos disfrutarlo. Antes, el sábado hay que ganar a Paraguay.
Aunque pienso que la selección aún no está en su máximo nivel, frente a Portugal sí que rindió a uno altísimo en casi todas las facetas del juego. Y esto pese a que sigo echando en falta más velocidad de balón y movilidad en los jugadores, pero se va mejorando según avanza la competición. Incluso la defensa, que me generó bastantes dudas en la primera fase, jugó un gran partido frenando el ataque portugués casi a la perfección.
Además ayer creo que dos decisiones de Del Bosque fueron fundamentales en la mejoría del equipo:
- Retrasar 15 metros a Xavi, que bajara al medio del campo a buscar el balón, participara más y como se demostró, mejor. Si tienes al mejor mediocentro del mundo, en un puesto tan complicado, hay que utilizarle ahí y no como mediapunta. Y Vicente rectificó y cambió la posición de nuestro jugador clave, obteniendo una mejora clarísima del jugador y a la vez del rendimiento de todo el equipo.
- Cambiar a Fernando Torres por Fernando Llorente. Torres no está fino, pero aún así su trabajo desgasta a las defensas y crea huecos a sus compañeros, porque siempre tiene 2 defensores junto a él. Ayer todos pensábamos que había cumplido su misión a los 60 minutos y era necesario su cambio, y esperábamos a Cesc, a Navas o a Silva como recambio. Pero el seleccionador eligió Llorente y acertó totalmente. Es un jugador que me encanta (ver entrada de marzo) y que ya ha demostrado que su trabajo puede ser fundamental en el Mundial. Me alegro por el riojano, y por la selección, porque seguro que su entrada es buena para España.
Me alegro mucho por el seleccionador. Si le va bien, si nadie le criticamos, es que la selección va bien. Es lo que todos deseamos, y ojalá dure y el sábado nos llevemos una alegría mundialista inmensa. Llegar a semifinales, estar entre los 4 mejores del mundo sería glorioso. A partir de ahí puede pasar cualquier cosa. Cualquier añadido sería un premio, y así debemos disfrutarlo. Antes, el sábado hay que ganar a Paraguay.
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